Sunday, December 13, 2015

Una Señal en la Tormenta (White Bird in a Blizzard)



Síntomas: A fines de 1988 Eve Connors (Eva Green) desaparece misteriosamente, dejando a su esposo Brock (Christopher Meloni) en un profundo estado de depresión, y a su hija adolescente Kat (Shailene Woodley) en una especie de apática negación que la impulsa a comportarse de manera errática y hasta peligrosa. ¿Sobrevivirá la familia Connors sin la presencia de Eve?

Diagnóstico: No soy muy afecto a las películas del director Gregg Araki (The Doom Generation, Kaboom), pero aprecio la sensibilidad indie de sus obras, así como su audaz subversión de estilos tradicionales (desde la comedia juvenil hasta el cine "stoner"). Desafortunadamente Una Señal en la Tormenta me pareció aburrida y superficial... una hueca imitación ochentera de American Beauty, cuyo denso simbolismo y obtuso mensaje sobre represión suburbana se siente menos relevante que en aquella obra maestra... o en cualquier otra cinta de Araki, para el caso.
No sé si el problema fue la selección de actores (todos ellos talentosos pero atrapados en roles planos), o la dirección de Araki (desinteresada y carente de enfoque emocional), o el libreto integrado por arbitrarias viñetas, impredecibles saltos temporales, y momentos supuestamente dramáticos que apenas provocan la menor reacción en el espectador. O quizás el problema es que ni siquiera me interesa definir cual fue el problema. La trama se desarrolla con irritante monotonía, libre de textura o empuje narrativo. Ni el misterio de la madre desaparecida basta para sazonar el insípido melodrama... por no mencionar que su sorpresiva resolución se siente absolutamente forzada. Y esas escenas imaginarias que le dan nombre a la película... ¿en qué estaban pensando? Parece un sketch de Saturday Night Live burlándose del más pretencioso cine "de autor".
Al menos los actores muestran genuina convicción, particularmente Shailene Woodley en una faceta más madura y profunda que en sus franquicias juveniles (y no solo me refiero a los inesperados desnudos, sino al sutil manejo de una disfunción familiar que contamina sus relaciones románticas). Christopher Meloni sorprende con su inusual retrato de un padre pusilánime que no sabe afrontar su nueva situación, y prefiere ignorarla. Finalmente, Eva Green siempre me ha parecido una actriz excepcional, pero no sé si encaja en el papel de ama de casa frustrada. Sus mejores interpretaciones son las que explotan su talento para la locura y excentricidad, y aunque aquí tiene abundantes escenas de ese estilo, la sentí ajena al contexto de la trama (posiblemente una decisión intencional del director). De cualquier modo fue uno de los mejores elementos de la película, pues su interacción con Kat (Woodley) resulta hipnótica y desgarradora.
Otro elemento sobresaliente fue la banda sonora, que afortunadamente no abusa del pop ochentero para recordarnos que estamos viendo una historia ubicada en aquella década. Para ello Araki prefirió usar bandas más "alternativas", como Siouxie and the Banshees, Cocteau Twins y The Psychedelic Furs... básicamente lo que tocaban en 120 Minutes, cuando MTV aún transmitía videos musicales (las personas de mi generación sabrán a qué me refiero).
Entonces, Una Señal en la Tormenta podría clasificarse como mediano drama doméstico con un fuerte componente "coming of age" en la forma de la hija abandonada por sus padres (la madre por desaparición y el padre por cobardía). El talento de los actores y las agudas reflexiones del argumento (probablemente heredadas de la novela original de Laura Kasischke) ayudan a superar la rutinaria ejecución de la cinta y su gris panorama emocional, de modo que Una Señal en la Tormenta se gana una tenue recomendación como experiencia de vez en cuando interesante que necesitaba una transfusión de energía y un director más comprometido con los personajes y menos temeroso de parecer cursi o sentimental. A veces la honestidad funciona mejor que lo “cool”
Calificación: 7

IMDb

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